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Entrevistas

Canto a lo humano y lo divino: ¿Conoce Ud. a Felipe Cadenasso?

Un hombre de los 90’s que sobrevivió al cambio de siglo, fue Precario, acabó el Fruto Prohibido, plantó Matorral, y apenas está en los inicios de su carrera. Vida, obra y visiones de un flaco que conoce el nombre del anticristo y lo llama Marcelo Aldunate.

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-¿Sabe usted quién es Felipe Cadenasso?

Su relación con la música comenzó a los once años, cuando fascinado por los cantos folclóricos de su madre, se dispuso a tocar la guitarra de palo de su casa. Durante un tiempo, formó bandas con su amigo Rodrigo Valdés, (actual Macana Trí­o y Rodrigo Valdés Grupo) en las que ellos siempre fueron los menores, hasta que luego de un festival de su liceo, terminaron siendo Los Precarios.

En la mitad de los 90, tocaban rock and roll con sonido AC/DC y aunque nunca grabaron un disco, por el alto costo que significaba en ese tiempo (6 millones promedio) tuvieron algunos singles. En la Futuro de Alfredo Lewin sonó guawa, un tema que envidiarí­an las actuales bandas indies de inspiración anglo.

Tras terminar Precarios y mientras proyectaba Matorral junto al baterista de Santos Dumont, Iván Molina, se unió a Fruto Prohibido: La banda rock de Gastón Astorquiza. La historia de Fruto, como las de bandas de fines de siglo XX, está ligada a relaciones poco afortunadas con sellos grandes. Llámese Warner, Sony, EMI, etc., en que los grupos eran catalogados como bandas no prioritarias y quedaban a la espera del dinero de los patrones y a merced de calendarios de marketing.

La carrera de Fruto se cerró con el disco «Sin tocar» (independiente, 2003) y Felipe se entregó de lleno a Matorral junto a Iván Molina y el recién ingresado bajista Gonzalo Planet, (ex Planeta Gato y también integrante de Fruto) que reemplazó al retirado Fernando Stern.

Luego de sobrevivir al cierre de siglo, los músicos compañeros de Cadenasso, al igual que muchos pertenecientes a la vieja escuela que se reagruparon en bandas nuevas (Tsunami, con Alejandro Gatta y José Domí­nguez, ambos ex Solar. The Ganjas con Samuel Maquieira de Yajaira) empezaron a formar parte de la escena Indie, que surge como oficial entre el 2003/04 con los festivales Pulso y Nuevos Sonidos Chilenos (o B).

A una carrera fructí­fera de EPs, singles y un disco larga duración: Porvenir (Single, 2002), Bienvenido (Single, 2003), Antejardí­n (EP, 2003), Voces Del Rincón (LP, 2003), Invierno (Single, 2004),-¿Conoce Ud. A Matorral? (EP, 2004) Formación (Single, 2005) se suma el lanzamiento del libro «Se oyen los pasos» de Gonzalo Planet, quien hace una investigación de la década de inicio del rock chileno hasta el golpe militar. Y que tuvo como lanzamiento un show, en que Matorral fue banda soporte de músicos de los 60`s. Gente de Embrujo, Los Mac-´s, Beat 4, etc.

De la banda, se ha escrito que son renovación del rock, pero que traen consigo la continuidad de los sonidos chilenos. Que son originales, atractivos; un cruce entre el folk chileno y la escuela clásica del rock, con un toque muy personal. De su disco debut, se escribió que tiene carne de clásico, que es una de las mejores cosechas de los últimos años y más. Sean buscados los comentarios en El Mercurio, LUN y La Tercera.

Por estos dí­as, pasan muchas cosas por la vida de Matorral. Se mezcla el segundo disco, que deberí­a salir en Septiembre, una placa doble que dicen viene más madura y con enormes avances en lo técnico; son seguidos por la productora Nerco que les prepara un DVD; se acaban de cambiar a vivir a una casona casi como comunidad hippie, huerta incluida, para instalar un estudio y una sala de ensayos propios; buscan baterista porque Iván está internado por problemas de salud; y Cadenasso, compositor inquieto, se decidió a lanzar material solista.

Voces del Rincón

El jueves 8 de junio llueve en la noche de Santiago y hace demasiado frí­o. Felipe estuvo mirando el informe del tiempo, en la tele del enorme living de su casa nueva, esperando que no haya un temporal que eche aguas a su primera tocata en solitario. Para efectos del show, en el Clan de Bellavista, a la gente le dio lo mismo el cielo, porque el bar se llenó igual.

Entre curiosos, uno que otro personaje de la escena y el público que fue a carretear desinformado, partió con su guitarra de palo sin amplificar y la voz casi al natural. Temas de madera, lentos e í­ntimos, desnudos y personales, acompañados por el contrabajo de Bernardita Martí­nez, la baterí­a de ílvaro Gómez (ambos de Guiso) y el bajo y voz de Gonzalo Planet.

Algunos trataban de escuchar con respeto, otros disfrutaban, varios conversaban, salieron risotadas del fondo, voces que hací­an callar, etc. Para ser la primera vez, Felipe quedó súper conforme con la muestra de un trabajo que pretende editar y lanzar este mismo año, preferentemente con grabación en vivo:

– «Este es un formato súper í­ntimo y todo tiene un sonido natural. No es como Matorral, en que tienes una baterí­a sonando fuerte y todo funciona más por el volumen, que es algo que hace que la gente te preste atención.

Como comienzo, está bien y me siento muy contento. A la banda llevo canciones completas con los arreglos y las voces. Puedo componer y expresarme, pero siempre en un formato un poco más rock. En esta ocasión, la intención era tocar los temas más personales.

La necesidad que yo tení­a, era hacer que existiera esto para otra gente. Canciones que yo tocaba solo o, a veces, con Bernardita en la sala de ensayo. Incluso Gonzalo sólo conocí­a algunos».

Cadenasso es un tipo sencillo y en general parece tí­mido, aunque en una conversación llega a acogerte como si fueras alguien cercano, quizás, sea producto de los años que vivió en provincia. Es más pretencioso en lo musical que en lo personal y fí­sicamente es de las cosas más delgadas que se haya visto. Lo encontré hace un año en el ex Club London de Valparaí­so, una ratonera de rock & roll y andaba, con su suéter grueso (tiene mala circulación), haciendo pega de obrero. Yo estaba en la tocata de unos amigos y él buscaba locales donde llevar su música y grupos para hacer tratos de giras ida y vuelta. Se metió en la cueva y por accidente conversamos. -¿Quién iba a decir que ese tipo tan llano estaba en la escena hace más de 10 años y hací­a un poco de historia independiente en los 90’s?

Agüita de Hierba

Apagó sus equipos, se bajó del escenario, acarreó los instrumentos al transporte y se relajó para hablar.

– «Fue súper difí­cil cantar. Lo más complicado es hacer que la gente te escuche y eso hoy se notó.

Bueno, ni a la Violeta Parra la escuchaban en silencio. Ella se ganaba el respeto por talento y carácter, muy mal carácter.

Alguien me dijo por ahí­: No es tan fácil de escuchar. Puede ser. La veta de solista es algo que deseaba, así­ que empezaré a tocar solo para ver que es lo que pasa. Además, agradezco un montón que otros músicos me acompañaran hoy. Para mi es muy bueno saber que las personas creen en algo así­.

Es una de las bondades de ser músico de la escena independiente.

Con Matorral, desde el comienzo, yo tení­a muy claro la forma en que querí­a trabajar. Con libertad para grabar, editar y hacer promoción sin la presión de un sello. Cuando eres independiente, todo depende de ti y eso es una gran ventaja. Nos gusta la libertad de darnos lujos. Por ejemplo lo de hoy.

-¿Nerco está grabando un documental de ustedes cómo es eso?

Estamos haciendo un DVD que es la historia del disco nuevo. Se va a cubrir hasta el lanzamiento en septiembre. Lo bonito, es que al dejar registro, se representa a todo el mundo independiente. Cosas como sacar un álbum, ir a tocar a Valparaí­so, viajar en un bus, dormir en una residencial (motivo de una presentación en La Tertulia con Adhesivo). Lo mismo que nos pasa a nosotros, le puede pasar a Guiso, a The Ganjas, a Ramires!, a E-men, Hombre Nuclear, etc.

Hay un movimiento y una alternativa en la música que no está publicada en los grandes sellos y esa opción, es incluso más interesante o arriesgada ya que no tiene compromisos.

Gracias a Ti

Hay una gran distancia entre la prensa en general y las parrillas de las radios.

Existe una dualidad tremenda entre lo que pasa en vivo y las radios. Tenemos crí­tica en medios muy oficiales y grandes de la prensa escrita, incluso vamos a programas especí­ficos de la Rock&pop, pero aun así­, no estamos en parrilla. Es súper peligroso para la escena que alguien que lea en el Mercurio una critica de un disco de nosotros, que diga que es de los mejores que han salido en el año, no lo encuentre en la radio.

La dualidad está dada porque los sellos multinacionales entregan plata y la gente de la radio está acostumbrada a ese manejo y se hace muy difí­cil entrar ahí­.

Creo que se da la fábula de los noticieros: «Les mostramos lo que pasa en Chile y el mundo».

La mayorí­a de la gente, piensa que lo que es bueno es lo que suena en la radio. Y al revés, se programa porque es bueno. Esa música se consume. En realidad, se escucha lo que se muestra. La música indie podrí­a sonar y luego vender 15 mil copias. Si se rotara tanto como Britney Spears, tuviéramos poleras de Guiso por todos lados y pusieran el video «El Sonido» 20 veces al dí­a, pondrí­as de moda el rock al tiro.

Entiendo esa posibilidad de vender un nuevo rock, una explosión de la música independiente, etc, y transformarlo en un súper negocio. Se me ocurre que podrí­a ser viable comercialmente.

El problema es que las personas que toman las decisiones de qué mostrar, prefieren otras cosas y a la vez, dicen que aquello es lo mejor, negando el resto.

Marcelo Aldunate en una entrevista, negaba a todas las bandas de rock nuevas, dijo que son menores. Que no ha salido nada bueno desde Lucybell y que lo último fueron Los Bunkers. El periodista lo increpó y le dijo: Pero Marcelo, han salido como 10 discos por año, un montón de gente. -¿Cómo no va a haber un grupo bueno? No – respondió.

(Incluimos la opinión de Aldunate, alias el Anticristo, y material informativo de las coimas radiales en Chile y el mundo al cierre de la entrevista).

Con este tipo de personajes debiéramos ser más duros y empezar a hablar públicamente de lo que pensamos de su trabajo. Tiene todo en sus manos, más encima la vende diciendo que es la «radio del rock chileno». Nos usan, porque nos invitan a tocar a sus programas, nosotros aceptamos ir, porque es promoción pero no quedas en parrilla. Y cuando le falta una banda para hacer Nación R&p, obvio que te lleva.

Esos actores son súper oscuros. No digo que el tipo sea malo, no se si se dará cuenta del tapón gigante, casi a nivel cultural que produce.

Ese tipo de gueas son penca y debieran saberse. La gente deberí­a tener esa conciencia, pero falta información. Se enciende la radio y da lo mismo de donde viene la música y cómo llegó ahí­.

En los 90 EMI y Alerce hicieron una competencia por ver quién vendí­a más discos de bandas chilenas. No se eligió principalmente por calidad, fue casi un azar el reunir nombres. Se buscaba generar plata no incentivar o promover la cultura. Por lo mismo, esto no es un fenómeno nuevo.

Funciona mucho a la compadriola. Aldunate tiene una relación muy directa con ílvaro Henrí­quez y con los altos ejecutivos de las multinacionales que se disolvieron. Ahora tienen sellos como La Oreja o algunas productoras y alcanzaron a agarrar los catálogos nacionales. En el fondo, es la misma gente.

Los Tres lanza un tema y todas las radios se coordinan, en cadena. En R&p tocaron el tema 30 veces sin haberlo escuchado antes. Sin el filtro de la calidad. Imagí­nate la plata de derecho de autor que generó Henrí­quez con esa pura pasada, ese puro dí­a. Es una millonada. Y como programador de la radio, se puede decidir a quien le das esa plata. Decides además, que si ese disco de Los Tres, lo tocaste 30 veces, se venderá como pan caliente. Y ese es el negocio con el tipo del sello.

-¿Qué pasa si pones temas de sellos chicos? Puede ser que el loco que escuche, se vaya a comprar el disco de Matorral, y es plata perdida».

Tras conversar con Felipe Cadenasso y luego con Gonzalo Planet, me di cuenta que Matorral funciona con lógica de proceso y no en relación a productos. Aunque están en la escena antes de que se le bautizara como indie, siguen fresquitos y como si recién partieran. Tienen la idea de la carrera musical y no la de armar una banda y ponerse a tocar. Hay una búsqueda de camino y no de éxito o reconocimiento a corto plazo. Se agradece, porque de esa manera, encuentras siempre a un artista nuevo, que está recién empezando o a lo más en la mitad de su vida artí­stica.

Si quieres verlo en vivo, estás en buen momento, recién comenzó sus presentaciones en solitario, además suma las fechas constantes de Matorral y el trabajo de producción de bandas junto a Rodrigo Subiabre (Yupisatam).

Texto: Jaime Guzmán R.
Fotos: Carolina Salvo
Fuente: Paniko.cl

Productor en Nueva Santiago. Docente en Instituto Profesional ARCOS. Investigador musical en series de tv "Cassette, Historia de la música chilena" y "Chile en llamas". Gestor de proyectos musicales.

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2 Comments

2 Comments

  1. Roberto Carreño

    26 julio, 2010 at 9:41 pm

    Has pensado que quizás tu música no es interesante para el resto? Que David Ponce diga que tú disco es bueno no quiere decir que tenga que sonar en la radio, son dos horizontes distintos. Además hay un montó de ejemplos de bandas que se hicieron populares y mejoraron sin que una radio las tocara. Simplemente están llorando y tratando de culpar a otros de una restricción que absolutamente tuya.
    Saludos, Roberto Carreño.

  2. Roberto Carreño

    26 julio, 2010 at 9:41 pm

    Has pensado que quizás tu música no es interesante para el resto? Que David Ponce diga que tú disco es bueno no quiere decir que tenga que sonar en la radio, son dos horizontes distintos. Además hay un montó de ejemplos de bandas que se hicieron populares y mejoraron sin que una radio las tocara. Simplemente están llorando y tratando de culpar a otros de una restricción que absolutamente tuya.
    Saludos, Roberto Carreño.

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